Una vez terminada la ruta del río Majaceite regresamos a la casa donde descansamos y repusimos fuerzas. Decidimos hacer dos pequeñas rutas que en total eran dos kilómetros de distancia y una hora para completar el recorrido, afortunadamente cuando emprendimos el camino nos equivocamos de senda y lo que era una salida de relax se convirtió en una aventura de tres horas y doce kilómetros de distancia, y digo afortunadamente porque pudimos adentrarnos en la sierra y ver unos paisajes maravillosos.
Iniciando la ruta de Descansadero |
Llegamos a un antiguo molino o batan por donde se filtraba el agua del arroyo formando una cascada. |
Al fondo del molino hay una cueva por donde también se filtra el agua. |
El tronco de esta higuera está totalmente integrado en la roca. |
Todo el sendero discurre por un empedrado de origen medieval. |
Calera en el camino. |
Llegamos a la fuente del descansadero, fin de la primera ruta. |
Antigua cantera de piedra caliza para hacer cal. |
Aquí empieza la ruta del Tesorillo. |
Piedra caliza de donde se obtiene la cal. |
Las vistas son de postal. |
Puede parecer una Cabra Hispánica, pero solo es una cabra común perdida por estos parajes. |
Las encinas y alcornoques son de gran porte. |
Abrevadero de ganado. |
Empieza a faltar luz. |
Entramos en un encinar cerrado. |
El sol se oculta en el horizonte. |
Ya noche cerrada alumbrándonos con la luz de los móviles. |
Al fondo ya divisamos Benamahoma. |
Las once de la noche y termina nuestra aventura. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario